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Los amigos del barrio pueden desaparecer, 
los cantores de radio pueden desaparecer. 
Los que están en los diarios pueden desaparecer, 
la persona que amas puede desaparecer. 
Los que están en el aire 
pueden desaparecer en el aire. 
Los que están en la calle 
pueden desaparecer en la calle. 

Los amigos del barrio pueden desaparecer, 
pero los dinosaurios van a desaparecer. 

No estoy tranquilo, mi amor, 
hoy es sábado a la noche un amigo está en cana. 
Oh, mi amor, desaparece el mundo. 

Si los pesados, mi amor, 
llevan todo ese montón 
de equipaje en la mano. 
Oh, mi amor, yo quiero estar liviano. 
Cuando el mundo tira para abajo 
es mejor no estar atado a nada, 
imaginen a los dinosaurios 
en la cama.
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Una sonrisa significa mucho. 
Enriquece a quien la recibe, sin empobrecer a quien la ofrece. Dura un segundo, pero su recuerdo, nunca se borra.

Tienda de los buenos deseos

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Hace tiempo, caminando por un caminito perdido, por un lugar cualquiera, encontré un letrero que decía: "Tienda de los buenos deseos".

Como soy muy curioso entré y vi muchos niños charlando, riendo y compartiendo, hacían sus compras. Uno de ellos me alcanzó una canastita y me dijo:

- Compra con cuidado, todo lo que necesita una buena persona está en el supermercado. Primero, compré paciencia; el amor estaba en la misma góndola. Más abajo, había comprensión, que se necesita por donde uno vaya. Compré dos cajas de sabiduría y dos bolsas de buenos propósitos. Me encontré el envoltorio del perdón.

Me detuve a comprar fuerza y coraje para ayudarme en esta carrera que es la vida. Ya tenía casi lista la canasta, cuando recordé que necesitaba solidaridad y que no podía olvidar la amistad que la ofrecían gratis.

Entonces tome bastante de ella para brindársela a todos.
Caminé hacia el cajero para pagar la cuenta porque creí que ya tenía todo lo que necesitaba, pero cuando iba a llegar, vi el respeto y lo puse en mi canasta repleta, porque sabía que cuando saliera lo iba a usar. La paz y la felicidad estaban en los estantes pequeños al lado de la caja y aproveché para levantarlos. La alegría colgaba del techo y arranqué una para mi.

Llegué al cajero y le pregunté:
- ¿Cuánto debo?
Él sonrió y me contestó:
- Lleva tu canasta adonde quiera que vayas.
– Si, pero ¿cuánto le debo? - volvi a preguntar.
Él otra vez sonrió y me dijo:
- No te preocupes; cuando tu canasta esté vacía y hayas usado todo lo que llevas, tu deuda estará saldada.
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La persona vive por inercia, desconociendo su esencialidad, perdiendo la capacidad de sentir. 
Los hombres están solos, posiblemente debido a su orgullo, y la amistad es la única solución para enriquecer la vida humana una vez que se ha perdido una serie de valores que han conducido a la soledad. Las personas en general ‘juzgan’ de importante aquello que para nosotros no tiene ningún valor: las cifras, el poder, las prisas, las disciplinas, etc.… valores que hacen decir a los adultos: ´yo soy una persona muy seria’, pero que les hace estar solos al no ser capaz de pararse, de dedicar tiempo a los otros, de dejar de preocuparse por lo que les parece importante, y tratar de comprender a los demás. Si ante ponemos la seriedad de la lógica a la del corazón nuestra vida será vacía y sin sentido. Para salir de ella hay que despertar el corazón.
“Lo esencial es invisible a los ojos”. el principito